El cáncer es una enfermedad que presenta más de un centenar de formas, cuya carácterística común es la división incontrolada de células. Hay genes que controlan el ciclo celular, es decir, cuándo tiene lugar la mitosis. La mutación de estos genes es lo que provoca la alteración de las limitaciones normales a la división. En la iniciación del proceso que puede terminar en cáncer se distinguen dos tipos de genes:
- Protooncogenes. Son activadores del crecimiento celular. Una mutación los puede convertir en concogenes, que producen gran cantidad de una proteína que estimula el crecimiento o formas muy activas de esta proteína.
- Genes supresores de tumores. Son inhibidores del crecimiento celular. Una mutación en uno de estos genes puede desactivarlos. La ausencia de la proteína supresora de la división supone la falta del freno del crecimiento.
Otros genes intervienen en la invasión de células transormadas a otros tjidos, lo que se con el nombre de metástasis.